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Mostrando entradas de 2013

Charla gratuita "Crisis vs oportunidad"

Ama, y haz lo que quieras

Es curioso cómo uno se va dando cuenta de cosas que “ya son”, es decir, que tienen su propia existencia anterior a cualquier tipo de aprendizaje. Nos hemos pasado una vida entera pensando que para aprender, es necesario ampliar conocimiento, acumular; sin embargo, en estos tiempos en los que nos tenemos que enfrentar con la realidad de lo que somos, si prestamos un poco de atención podemos observar que en la simple contemplación de lo que uno es por naturaleza, está el verdadero aprendizaje. De este modo, todo lo conocido parece estar vestido de una especie de velo artificial que, al correrse, deja entrever la belleza de lo natural, lo previo, lo espontáneo. Justamente en uno de estos aprendizajes por la observación, hoy fui consciente de algo que comparto con respecto al talento natural de cada uno. Ya hemos descubierto que cada uno tiene un talento propio, también hemos visto que ningún talento es comparable al de nadie, pues cada uno tiene su función, y todos ellos son la fi

Imágenes de humo

Estos días vengo preguntándome por qué razón encumbramos a ciertas personas y descartamos a otras. Es evidente que cada sociedad crea una imagen del hombre y la mujer perfectos, y aquellos y aquellas que más se acercan, son admirados por ello. Esta imagen está creada en función de las creencias que nos mantienen en constante sufrimiento, de modo que la obsesiva búsqueda de ser como la imagen, solo produce más y más dolor. Es curioso, pero debemos de pensar que aquellos que se corresponden más con el ideal, son más felices, sin darnos cuenta de que ellos también andan buscando, como los demás, un ideal más perfecto aún al que parecerse. Creo que esto es tan evidente, que lo que es inexplicable es que sigamos moviéndonos con el motor de estas imágenes ideales. Sin embargo, si dejamos a un lado todo este ruido imaginario, y vamos a mirar en lo que somos, la impresión inicial es que vamos a encontrar algo “más feo”, no tan deslumbrante como la película que hemos colocado en el lugar p

El puzzle humano se compone de piezas irreemplazables...

Imagen extraída de: http://www.vangardist.com/news-images/tarnen-und-taeuschen/image_id/4 La mayoría de las personas hacemos trabajos que también realizan otras personas; sin embargo, cada uno de nosotros puede aportar algo a ese trabajo que no aporta nadie más. Si nos limitamos a ser “seguidores”, solo copiamos lo que nos han enseñado a hacer, pero si aportamos nuestra esencia, lo que nos hace especiales y diferentes, lo que nos hace únicos, entonces el trabajo de uno empieza a ser también único. Otras personas harán lo mismo que tú, porque lo dirá el título o la profesión; pero ninguno aportará al mundo lo que tú aportas. Si sigues compitiendo, siempre habrá alguien que, bajo tu baremo, haga las cosas mejor, sea más guapo o más inteligente; sin embargo, no hay nadie en el mundo que tenga el talento que te hace único. El puzzle humano se compone de piezas irreemplazables...

¡Sí, Señor!

SOCIEDAD BUSCA: trabajadores obedientes, con disponibilidad total, en horario de 24h, que no protesten y acepten las normas con docilidad. SOCIEDAD ADVIERTE: De no cumplirse los requisitos antes mencionados, se dará por finalizada la relación laboral. Ante la ingente disponibilidad de individuos proclives a obedecer, no toleraremos la más mínima oposición.

El talento vive en todas las moradas...

Últimamente hablamos mucho de los talentos propios, aquellos de los que la naturaleza nos ha provisto para que podamos manejarnos en la vida, al igual que a cualquier otro ser vivo de la Tierra. Cada animal, cada vegetal, cada ser humano, tiene sus facultades y, en el caso de este último, tiene sus propias preferencias sobre una u otra tarea. Hoy en día estamos hablando mucho de que ha llegado el momento de utilizar nuestros talentos, de hacer aquello que disfrutamos... etc; sin embargo, últimamente me estoy encontrando con muchas personas que creen que los talentos son siempre algo “extraordinario”, entendiendo por ello una especie de don “artístico”. Creo que es importante resaltar que no se trata de buscar el “don” que nos haga especiales, espirituales o artísticos, sino que se trata de vivir haciendo, en cada pequeño momento, lo que sentimos que queremos hacer. Decía San Agustín: “Ama, y haz lo que quieras”, y creo que eso es exactamente lo que nos otorga una gran paz e

Prólogo de la Segunda Edición

Para todos los que tenéis el libro en su Primera Edición, aquí os dejo el prólogo que he escrito para la Segunda, que ya está disponible, y lleva un Anexo con los últimos artículos que se han ido publicando en este blog.  Gracias a todos vosotros por haber hecho posible esta inesperada edición. Abrazos Laura "Tengo la impresión de que, cuando empecé a escribir “El Círculo Económico”, pensaba que había encontrado el Santo Grial de la Economía. Los primeros días no paraba de teclear una y mil palabras al ordenador, emocionada con todo lo que estaba descubriendo de manos de la propia vida, de acontecimientos, de situaciones insólitas o cotidianas que ponían de manifiesto la caótica situación en la que me encontraba. Y fue en medio de aquel caos que encontré un sentido, un hilo conductor natural y sencillo; de hecho era tan simple y tan evidente, que me daba casi un cierto reparo ponerlo de manifiesto. Ese hilo fue descubrir que la Economía, al igual que cualquier otra

¿Por qué dejé mi trabajo?

Comencé a escribir el libro “El Círculo Económico” mientras aún trabajaba en banca. La experiencia de sentirme exprimida, dividida y presionada, temerosa de perder mi estatus y mis recursos económicos, me llevó irremediablemente hacia una de mis grandes pasiones: la escritura. Cada día que pasaba en aquel despacho, atendiendo a personas preocupadas por su dinero, escuchando órdenes en mi teléfono sobre lo que debía o no debía hacer, los productos que debía o no contratar, me hacían plantearme, cada vez más intensamente: “¿quién me dirige?”... Aquella pregunta sonaba una y otra vez en mi cabeza: “¿quién me dirige?”. Si un cliente me exigía un plazo de tiempo en el que tener un resultado, o un superior me exigía unos objetivos... yo obedecía. Y en aquella obediencia había mucho dolor, pues había una enorme contradicción entre mi propio criterio y el de los que me rodeaban. Tengo amigos que cuentan que dejé la banca porque no quería engañar a la gente, pero eso no es cierto; o a

Padres del sistema

Viviendo en un mundo como éste, las emociones frente a la evidencia de lo que está sucediendo se agolpan entre la rabia, la indignación, la tristeza o la impotencia... No hay ser humano con un mínimo de sensibilidad y preocupación por lo que le rodea, que no las sienta.  Últimamente he visto muchas personas que cierran el debate asumiendo que la humanidad es como es, que no puede cambiar. También he hablado con otras que creen que todo va a ir a mejor y que vamos a transformarnos en ángeles humanos en una nueva sociedad iluminada. Y yo siento dentro de mí un poco de ambas, y todo de ninguna.  No tengo ninguna respuesta. Antes esta sensación me destruía, quería salvar al mundo, tener una gran idea que ayudara a dar esperanza. Pero, de pronto, todo ha cambiado. No tengo ninguna respuesta. No sé si la humanidad puede o no cambiar. No sé si, cambiando profundamente, la sociedad sería diferente; aunque supongo que lo sería, también dudo de que lo haga. Antes pensaba que

Autoritarismo en tiempos de crisis

Ayer, viendo una película sobre la segunda guerra mundial, recordé el peligro que los tiempos de crisis suponen a la hora de que supuestos “salvadores” aparezcan con ideas autoritarias que podrían sacarnos del desastre. Ellos parecen saber qué es lo que necesita un país, y suele estar muy identificado con el nacionalismo. Visten al sistema, al mismo sistema, de nacionalismo. Eligen un culpable. Fomentan el miedo y el odio a ese culpable, y después crean una supuesta solución que, por supuesto, pasa por elegirles a ellos.  Personalmente, no creo en nadie que proponga soluciones, porque no creo que las haya. Sin embargo, creo que lo único que podemos hacer es negar y dejar de fomentar lo que es evidentemente perjudicial. En mi opinión, la negación de lo que ya hemos probado y ha resultado un desastre, debería ser total y firme; pero seguimos buscando entre cenizas, a ver si queda alguna brasa que nos devuelva el éxito y esplendor que añoramos.  Quizás deberíamos plantearn

¿Cuál es tu talento?

Ninguna persona es igual a otra. Cada ser humano tiene algo único que aportar. La crisis pone de manifiesto nuestras capacidades; sin embargo, parecemos seguir insistiendo en pertenecer a un sistema que nos ha sumergido en la decadencia, en la tristeza de vivir amarrados a trabajos que no deseamos, que nos alienan como personas.  El sistema nos ha convencido de que tenemos que ser competitivos, poderosos, exitosos, ¡ricos!; pero la carrera de esa batalla nos ha quitado las fuerzas, nos ha convertido en algo muy poco humano.  Sabemos que no funciona, ¿por qué seguir insistiendo? ¿por qué no pensar un poco en el origen? ¿cuál es mi talento? ¿qué hago que me hace sentir pleno/a? ¿qué es lo que disfruto? ¿qué hago que ningún otro puede aportar de la forma que lo hago yo?   ¿A qué tengo miedo? ¿a la pobreza? ¿a no poder ganarme la vida?... dado que las alternativas son tan poco prósperas y tan esclavas ¿por qué no probar a vivir de otra forma? ¿por qué no probar a vivi

La presión a los empleados

Fragmento del Capítulo 15 de "El Círculo Económico" “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida” Miguel de Cervantes Uno de los puntos fundamentales que está realmente masificado en un número considerable de empresas hoy en día, es “la presión” a la que se ven sometidos los empleados, y también los propios jefes y propietarios. Pero vamos a hablar de cada uno por separado, puesto que cada uno sufre sus características propias.  La presión es esa sensación que se constituye dentro de uno, gracias a las amenazas externas, cuyo principal ingrediente es el miedo. Ésta puede tener varios grados; sin embargo, el más común es el grado suficiente como para que el miedo dirija nuestros actos laborales.  Empleados Las situaciones pueden ser muy diversas. Vamos a poner

Inconformismo político

Uno no debe conformarse con exigirle transparencia a un político. Uno no debe conformarse con que sus dirigentes no roben, o con que sean más o menos obedientes con las políticas de los mercados. Uno no debe conformarse con que la justicia haga su trabajo y meta en la cárcel a quien robo. Creo firmemente que uno no debe conformarse con eso, porque el político debería ser un ejemplo de moralidad, y si nos acostumbramos y nos conformamos, empezaremos a ver lo que es lógico como una utopía, y entonces ya no tendremos solución. Uno debe exigir representantes con autoridad moral, con vidas coherentes con su entrega a la sociedad. No podemos conformarnos con menos. 

Quien da, enriquece

Sólo por hoy… te proponemos sentir cómo haces más rico a quien das tu dinero. 

¿Puede un virus curar un cuerpo?

" En lugar de recomendarles higiene a los pobres, debemos estimular los hábitos opuestos. En nuestras poblaciones debemos hacer más estrechas las calles, hacinar más gente en las casas y cortejar el retorno de la peste. En el campo debemos levantar las aldeas cerca de charcas estancadas y, sobre todo, alentar la colonización de toda suerte de terrenos pantanosos e insalubres. Pero, por encima de todo, debemos reprobar los remedios específicos para enfermedades devastadoras; y refrenar a esos hombres bien intencionados, pero equivocados, que creen hacerle un bien a la humanidad abrigando planes para extirpar por completo determinadas enfermedades. ” Thomas Malthus Hace días que una persona me envió este texto de Malthus. Ya no lo recordaba. Por suerte, había pasado a la zona de mi memoria que olvida espontáneamente lo que le produce repugnancia. Sin embargo, como con todo en la vida, por mucho que queramos, hay cosas que no se pueden esconder.  Volví a leerlo detenida

Otro concepto de la austeridad

Austeridad no es vivir como un asceta, ni recortar gastos sin sentido, ni "apretarse el cinturón", sino comprar lo que uno necesita, aprender a diferenciar entre las “necesidades creadas” por el marketing y las “necesidades vitales” del cuerpo y del alma; es ir enfocando nuestra atención hacia los propósitos más elevados que tenemos; dar nuestra energía a lo que verdaderamente es importante, e ir restando protagonismo a todas aquellas cosas en las que desperdiciamos tiempo y atenciones.  Austeridad es también hablar lo necesario, pasar el tiempo justo con las personas adecuadas, prestar toda nuestra atención a cada uno de nuestros actos. 

Consintiendo la barbarie

Esta mañana escuchaba la noticia de que el colectivo peor valorado por los españoles, según una encuesta del CIS, es el de los jueces. Al igual que los políticos, o los banqueros, estamos empezando a ver cómo un colectivo completo se lleva la etiqueta que le corresponde a una parte. También esta mañana he leído un interesantísimo artículo de Jesús López-Medel, abogado del Estado y ex-diputado del PP, publicado en El Mundo el pasado día 4 de Marzo, en el que habla de los “políticos honestos pero silentes”, de la necesidad de que alcen sus voces y denuncien la situación. Y sus divagaciones me han hecho recordar los tiempos en los que, trabajando en banca, me debatía justamente en esta cuestión altamente planteada y poco practicada por la humanidad: la responsabilidad individual.  En todos los colectivos hay personas que observan las aberraciones que se cometen a diario, contemplando la barbarie de sus consecuencias, y lo hacen en silencio. También, por miedo, siguen la corr

Los bomberos catalanes se niegan a actuar en los desahucios

Los bomberos catalanes anuncian que se negarán a actuar en los desahucios, secundando la medida que también tomaron los bomberos de La Coruña.  http://www.abc.es/local-cataluna/20130219/abci-bomberos-catalanes-anuncian-negaran-201302191954.html Cuando uno observa la situación actual, puede ver con facilidad que no se llega a este punto si solo unos pocos tienen la culpa, si no estamos una masa inmensa de ciudadanos que consentimos alentando al monstruo. La protesta y la queja están de más si no se actúa. La responsabilidad que tenemos en este asunto es grande y es individual. Todos podemos decir sí o decir no cada día a cientos de situaciones, por pequeñas que sean, que alimentan lo que "detestamos".  Decir un "no" como el que han dicho estos bomberos, es un signo de responsabilidad concreta y consciente. Si protestamos mucho, pero después decimos "sí" al jefe, al gobierno, al vecino, a la esposa… cuando en realidad sabemos que deberíamos decir

Trabajar en el sistema

Hoy en día muchas personas sienten que están “atrapadas en el sistema”. Los trabajos que tenemos no nos satisfacen, y cada día se van convirtiendo en cargas más pesadas que asumimos “por necesidad”, “porque no nos queda otra”... y otros tantos motivos “de peso” similares. Sin embargo, podemos preguntarnos ¿por qué hacemos esto? ¿por qué aguantamos? ¿quizás es que pensamos que no hay más salida? o ¿quizás es porque no queremos cambiar, y preferimos vivir en la “estabilidad” que nos produce un puesto de trabajo precario pero “seguro”, que lanzarnos al abismo? ¿o tal vez es que tenemos miedo? Quizás sean un poco todas estas razones las que nos mantienen estancados dentro de un sistema que esclaviza, enajena, agota y deja sin fuerzas para aclarar nuestras mentes y pensar de un modo inteligente.  ¿Se han fijado en el estado de cansancio en el que llegan a sus casas tras una jornada laboral? No estamos hablando en muchos casos de trabajos físicos, sin embargo, el hacer algo que a