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Mostrando entradas de julio, 2014

Transparente para el Ser

"Existe un momento en el que una conversación se torna trascendente. Aquel momento en el que la vida pasa de ser una seguridad, a convertirse en algo efímero, tan breve como las palabras que en ese instante se dedican al interlocutor. Así u no descubre que vive constantemente en la ignorancia de sentirse eterno, pero cuando siente la brevedad del tiempo en su hermano, su igual, allí todo cobra un color distinto, un sabor penetrante a intensidad y a franqueza. Allí ninguna palabra sobra, pues no hay tiempo que perder con naderías. Allí el sonido es innecesario, porque el ambiente se llena de pequeñas partículas que transportan la inteligencia de una a otra parte, como si se tratase de ínfimas ventanas favorecidas por una extraña visión de lo incomprensible. No hay sentimiento que no sea descubierto. Allí compruebas que para la vida no es posible esconder un ápice de idea, de sentimiento o emoción. La vida todo lo hace transparente, todo lo evidencia. Entonces

Pequeños imprescindibles

El hecho de hablar de valor no nos hace valientes; ni comprarnos unas zapatillas de esparto nos hace humildes; hablar de sinceridad no nos hace sinceros; ni hablar de espiritualidad nos hace “espirituales”; el deseo de ayudar, pocas veces ayuda verdaderamente... Pienso que poco de lo que decimos, poco de lo que opinamos, habla de lo que verdaderamente somos; pero lo que transmitimos en la invisibilidad, aquello que todos sentimos y que todos perciben, aunque muchos no lo sepan: los trabajos secretos del corazón, los del sol, los del árbol... los que no esperan ser considerados valientes, o humildes, o espirituales y caritativos... los actos de la entrega interior, los desprendimientos del alma, el desvanecimiento de las estructuras falsas del pensamiento... esos trabajos, simples y sencillos, de los que no se puede hablar en un lugar cualquiera, parecen ser las verdaderas revoluciones.

La antesala de la vida

"Había dejado temprano su casa. Desde el principio, no la sintió su casa. Prefirió caminar y explorar sin tener un rumbo definido, acompañado siempre de esa sensación de vacío, de incomprensión, de constante pregunta... Observaba todo al ca minar, y no entendía por qué las personas parecían sentirse tan cómodas en aquella repetición diaria a la que llamaban vida. Siguió caminando, conoció policías, jueces, santos y maestros... todos le mostraban su opinión sobre el camino, todos le dijeron cómo andar, cómo comer, cómo beber, cómo vivir... le señalaron sus errores y le mostraron el “camino correcto”. Pero el joven, que ya había aprendido en su casa de nacimiento a tratar de seguir el impulso propio, consiguió deshacerse de las incesantes y atrayentes propuestas de “los demás”. Un día se cansó de caminar, y decidió entrar a reposar en una hermosa hacienda con un cartel que decía: “Pase por aquí, viajero del camino”. Fue recibido con tantos parabienes que, por un m

¿Publicidad sí o publicidad no?

Varias personas me han preguntado si hacer publicidad de sus negocios o actividades está fuera o dentro del programa de supervivencia. Tal y como yo lo veo, las cosas en sí no están dentro o fuera del programa, soy yo quien está fuera o dentro del programa... mi identidad. Si estoy haciendo la publicidad desde el programa de supervivencia, tendré un resultado en función de si estoy experimentando su lado “riqueza”, y otro si estoy experimentando su lado “pobreza”. (Los entrecomillamos porque esta experiencia no quiere decir que sea ni rico ni pobre, sino que tengo la sensación de abundancia o la sensación de escasez). Si estoy sintiendo escasez, por mucha publicidad que haga, seguramente no tendré resultados. Mucho esfuerzo y poco éxito. Si estoy sintiendo abundancia sucederá lo contrario. Insisto en describir esto, porque a veces nos fijamos el “ideal” de estar fuera del programa de supervivencia, pero la realidad es que andamos aún con los últimos coletazos en él, de modo qu

"¿Qué es eso que siempre estuvo ahí, latiendo en tu interior?"

"¿Qué es eso que siempre estuvo ahí, latiendo en tu interior?"    Hace tiempo, charlando con mi querida amiga Almudena, me di cuenta de una cosa: en la vida he ido probando de todo, y de todo me cansé. Al principio pareces tomar un tema con mucho entusiasmo, y al cabo de un tiempo se va yendo la pasión, y lo dejas, incluso a veces, sin terminar. Y me pregunté: ¿hay algo de lo que no me haya cansado nunca? , y descubrí que sí que lo había: “el interés por investigar la vida, el ser humano, el interés por observar qué sucede en la mente y la emoción, el palpitar incesante de la existencia”. Así de simple, al darse cuenta uno de que siempre “algo” estuvo ahí, todo el tiempo, sin el vaivén de las herramientas que, por cierto, sirven al propósito cuando son resignificadas, es como vamos entrando a dedicar nuestra atención y nuestro tiempo a lo que verdaderamente fluye en nuestro corazón.  Cualquier cosa, por insólita que parezca: una actitud, una forma de ent

El Círculo Económico

"Grandes sumas de hombres esclavos no pueden generar países y comunidades libres. Sin embargo, un conjunto de hombres verdaderamente libres genera, por sí mismo, sin ser producto del esfuerzo, un entorno de libertad". El Círculo Económico http://www.bubok.es/libros/215467/El-Circulo-Economico  

Manifestar un proyecto en el Retorno

Resignificar el trabajo

Job: en inglés, trabajo / santo que la Biblia nos describe por su dignidad y por la paciencia y fe que tuvo sosteniendo las pruebas que el Bien y el Mal pusieron sobre él. Job es ese ejemplo de “obediencia a Dios”, es decir, a uno de los dos lados del programa (el Bien). Soporta con inmenso sufrimiento las pruebas a las que le somete el “Diablo”, aceptadas por “Dios” para probar la fe de este hombre. Paralelamente, el trabajo ha sido entendido como fuente de dignidad a través del esfuerzo, con el sudor de nuestra fuente. Aceptamos “ser responsables” a un trabajo que nos supone dolor, porque obedecemos a un solo lado del programa. La responsabilidad natural anida solo y exclusivamente con uno mismo, con el Ser. Creemos que somos responsables por obedecer al programa, sin embargo, esta obediencia supone sufrimiento, algo que en la propia naturaleza no existe. Steve Job s hizo una excelente resignificación del trabajo con su propia vida. La manzana mordida que llevó al hombre a “ganars

¿Cuáles son mis "valores"?

¿Cuál es el baremo por el que mido lo "valioso" que hay en mi vida? ¿A qué le doy "valor"?  Todos decimos que lo más importante son las personas, el amor... pero nuestra vida, nuestros actos, no dicen lo mismo. El mundo habla por sí solo.  Valoramos a aquellos que saben "controlar" sus impulsos, y condenamos a aquellos que no son capaces de controlarlos.  Valoramos los límites, los propios, y los ajenos.  Valoramos como "digno" el sacrificio y el esfuerzo, y con todo ello nos alejamos de nuestra naturaleza, la cual es receptora de la materia cuando está dispuesta y entregada a cumplir su tarea. Cuando los valores proceden de la experiencia, de la tradición, de lo que me han enseñado... pertenecen a un campo limitante y, como tal, limitan también nuestra forma de acceder a la economía.  El valor que nace de forma natural y espontánea no corrompe, no limita, no carga.  Cuidado con los "valores", porque quizás,

La lástima... lastima

La lástima, lastima (al emisor y al receptor). " ¡Pobrecillo! ¡Pobre! ", decimos al sentir lástima... le estamos sumando la carga de la pobreza con nuestra "pena". La verdadera ayuda florece libre de cargas, viendo al otro como a un igual, no como a aquel que está por debajo mío en el escalón de los niveles de riqueza. " ¡Qué afortunado yo, qué pobre él/ella! "  Si actúas por lástima, verás que el flujo económico "se te va de las manos". Si "se te escapa el dinero" puedes aprovechar para ver en qué ocasiones actúas por lástima con los demás. "¡ Pobre, necesita ayuda! ", se puede transformar en " ¡Hermano, ten mi mano! " .

Cambiando de percepción la vida a través de la célula humana (Apuntes iniciales)

CAMBIANDO DE PERCEPCIÓN LA VIDA A TRAVÉS DE LA CÉLULA HUMANA (Apuntes iniciales) Laura Fernández Campillo y José Mataloni Unkido Es verdaderamente maravilloso ver cómo, cuando uno empieza a ver a través de una lógica no limitada, comienzan a resignificarse de forma muy cotidiana, lo que antes parecían grandes “enigmas”, dramas, o experiencias densas de la vida. Mi familia ha tenido múltiples casos de cáncer, y varios de ellos muy cercanos, por lo que hemos tenido que vivir dicha enfermedad en primera línea de fuego. El inmenso dolor que produjo en mí y en los seres más queridos este hecho, me invitó a investigar desesperadamente sobre esta enfermedad. Me fascinaba el estudio de la célula y su comportamiento en “modo sano” y en “modo tumor”. En su momento, la explicación lógica que le di a esta fascinación era que quería “salvar” a toda costa a mis seres queridos, encontrando la resolución del cáncer. Y, en cierto modo, ésta era una de las razones que me llevaron a ello;