En la Economía, al igual que en la vida, lo que no fluye, se estanca. Hacemos "reservas", nos guardamos "ases en la manga" buscando seguridad, buscando un clavo al que agarrarnos, sin darnos cuenta de que tenemos todo el océano para navegar. Esos "agarres" a los que te aferras, son diques que impiden que el flujo económico natural, el de la plenitud, siga su curso. Esos estanques mentales en los que guardas tu "idea de seguridad", solo consiguen que el agua se pudra. Cuando el agua corre, está viva. Convierte tus estanques en fuentes, deja que la inseguridad se expanda, se oxigene y llegue al océano de su disolución. Cuando la inseguridad se va, cuando el miedo se diluye, verás que la fuente siempre estuvo contigo.
¿Es posible una Economía cuyo punto de partida no sea la necesidad y el miedo? Comparto mi visión acerca de lo que exploro en mi propia vida.