Ir al contenido principal

Padres del sistema




Viviendo en un mundo como éste, las emociones frente a la evidencia de lo que está sucediendo se agolpan entre la rabia, la indignación, la tristeza o la impotencia... No hay ser humano con un mínimo de sensibilidad y preocupación por lo que le rodea, que no las sienta. 

Últimamente he visto muchas personas que cierran el debate asumiendo que la humanidad es como es, que no puede cambiar. También he hablado con otras que creen que todo va a ir a mejor y que vamos a transformarnos en ángeles humanos en una nueva sociedad iluminada. Y yo siento dentro de mí un poco de ambas, y todo de ninguna. 

No tengo ninguna respuesta. Antes esta sensación me destruía, quería salvar al mundo, tener una gran idea que ayudara a dar esperanza. Pero, de pronto, todo ha cambiado. No tengo ninguna respuesta. No sé si la humanidad puede o no cambiar. No sé si, cambiando profundamente, la sociedad sería diferente; aunque supongo que lo sería, también dudo de que lo haga.

Antes pensaba que tener respuestas era bueno; ahora creo que lo mejor de la vida sucede en ausencia de ellas. Un sí, o un no, de entrada, pueden interrumpir un camino inmenso. No lo sé. No sé absolutamente nada. Esa es la verdad irreductible de mi mente. No sé más que un conjunto de opiniones pequeñas y parciales, truncadas y divididas, influenciadas por todo lo que ya viví, engañadas, quizás.

Solo sé lo que no quiero, y en su negación total y absoluta he encontrado un gran camino.  Comparto esta nueva fuerza que ha surgido de la rendición. Tiene el perfume del desconocimiento. 

Dejé de combatir con el sistema, pues quien crea que le puede, se engaña. El sistema es un monstruo de inmenso poder. Se lo llevamos dando muchos años, con mucha dedicación. Ahora nuestro hijo se nos ha escapado de las manos. Sin embargo, el hijo viene cada día a casa a pedir dinero, y se lo damos, porque si un día llega y pide, y uno se niega a dárselo, el hijo saca su navaja y amenaza al padre, pues la droga todopoderosa es más grande que el mismo hijo, y que el mismo padre. Y ahí es donde nos tiemblan las piernas, donde nos flaquean las fuerzas... 

¿Podemos verdaderamente ignorar la imposición del hijo? ¿Podemos verdaderamente decir: “yo no te alimento más”? ¿Podemos negar con fuerza esta inhumana situación? Nadie sabe qué vendrá después, nadie tiene la respuesta; solo tendremos el alivio de haberle dicho “NO” a quien no cesa de provocar dolor. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

"El Efecto Vacío; Sincronización 88"

MA-PA PREGUNTA-RESPUESTA El mapa nos muestra por separado lo que siempre estuvo junto. Una de las maravillas que suceden cuando uno viaja aprovechando la observación, es que va descubriendo la “complementariedad” de ciertos actos que desde la distorsión se pueden ver desde la comparación-competencia, pero que al ir mutando la percepción, empieza a ser muy visible la unidad que habita debajo de tales comportamientos. Por ejemplo, en Argentina es muy común la IMPUNTUALIDAD ; sin embargo, en Europa la puntualidad se toma como un “valor” muy importante. Tomado desde una perspectiva divergente, unos se pueden sentir superiores a los otros, que lo hacen mejor, sin embargo, si lo empezamos a ver desde la perspectiva global, entonces la cuestión cambia por completo. ¿Por qué es impuntual el argentino? Cuando una persona tiene más acceso al campo de potenciales, en este caso estamos hablando de un país con código 5, lo que permite a sus individuos tener un acceso más...

Imágenes del vídeo "La relación con el dinero y la trampa del tiempo"

TIPS BÁSICOS PARA PROYECTOS “SEMILLA”

Aquí comparto unos cuantos puntos que he ido observando y descubriendo, acerca de dedicarse a una profesión asociada a un talento, a una pasión, a algo que resuena internamente... etc. Esta es solo mi visión.  Punto 1: Me parece muy importante descartar  las ideas “mágicas” y la asociación “trabajo=castigo” , tanto unas como otras, nos alejan de la realidad. En todo caso, creo que la realidad es más mágica de lo que uno cree, y lo es en forma real, porque tiene su obvio propio movimiento. Todo proyecto, por mucho que nos entusiasme, va a requerir de mucha implicancia y mucho trabajo. Si asociamos “como esto me gusta, me va a llegar todo solo”, estamos en un error, aparte qué aburrido...; y si asociamos “aunque esto me guste, la vida es un trabajo sacrificado y todo depende solo de mi esfuerzo”, estamos en el mismo error en la vía contraria, y sosteniendo una visión del año 1500... Creo que trabajar en lo que a uno le gusta es maravilloso, y cuando uno se implica mucho,...