Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2014

Recibir a cambio de nada, sin esfuerzo

Muchas personas están tan acostumbradas a “dar”, que se olvidan de disfrutar el “recibir”. Empezamos desde niños, cuando no soportamos que el otro pase por un mal momento, y vamos hacia él con la intención de animarlo, de que se ponga bien. Ésta, también es una forma de recibir un cariño, de sustituir un faltante, de modo que el acto comienza a hacerse mecánico: “doy para ser amado” . Algunas personas tienen la creencia de que tienen que dar para ser aceptados, y si en algún momento dejo de dar, los demás se van a enfadar conmigo. Si estás en esa situación, puedes empezar por OBSERVAR el ESFUERZO que haces para contentar a los demás, para que el otro esté bien, para que el otro te acepte... etc. He detectado que va muy relacionado este esfuerzo por obtener el faltante afectivo y de aceptación, con el fluir económico. La persona que actúa de esta forma, en el fondo, no se siente merecedor de recibir sin ningún motivo, CREE QUE TIENE QUE HACER ALGO PARA RECIBIR ALGO. De esta fo

Profesión o propósito

Creo que es importante no confundir "el propósito" con "la profesión". Muchas personas empiezan a "buscar su propósito" como si tuviésemos algo que encontrar, una profesión que hacer, una "misión" en la Tierra...etc. En mi vivencia, el propósito es una manifestación, a cada instante, del SER en mí. Unas veces se manifiesta de modo que expresa un trabajo, otras hace una comida o una cena, otras pone una lavadora y también friega los platos. TODO lo manifestado por el SER es parte de ese propósito. Por eso, la "búsqueda de un propósito concreto", no es más que otro engaño mental agotador que nos mantiene en la sensación: "uf! yo aún no encontré mi propósito!!"... y eso no tiene nada que ver. El propósito es AHORA. El propósito, a veces, es simplemente respirar... Deja de buscar lo que ya posees.

¿Eres tu propia autoridad?

"Cuando no hay autorreferencia es cuando nos ponemos "en contra" de la que consideramos "nuestra autoridad". Si estoy "en contra de", puede ser que esté considerando que el objeto de mi contra es una amenaza a mi propia autoridad, que me puede quitar mi autorreferencia, por tanto, tengo puesta mi referencia externamente, en aquella autoridad externa, tanto si estoy "obedeciendo", como si estoy "en contra", es lo mismo: mi referencia es "el otro". La verdadera autorreferencia es inalienable."

Invirtiendo los mandos del Poder

Hoy he caído en la cuenta de algo que, de tan simple, se me ha pasado siempre desapercibido, y creo que es importante. Cuando miramos a nuestros políticos, de entre toda la maraña de sentimientos varios que nos producen, hay uno que creo que predomina por los demás, y es la falta de empatía. Vemos al político como alguien “automático”, como si fuera uno de esos robots que inventan ahora los japoneses para hacer las labores del hogar, pero que está “programado” para hacer labores políticas. Todos sus actos están “programados”, decididos, todas sus palabras “controladas”... incluso los supuestos chistes están preparados. No existe en política la palabra “espontaneidad”. Es más, está visto como el gran error dejar algo sin atar, sin controlar. Entonces, el producto que ve la gente es algo automático, sin VIDA . Lo que nos hace HUMANOS completos, es precisamente el corazón, donde habita la espontaneidad. Pero eso, hoy en día, para el “intelecto” representa una “tontería”. Hemos denos

¿CÓMO OBSERVAMOS?

La OBSERVACIÓN viene siendo uno de los temas que más preguntas recibe, y entiendo que, por lo menos para mí, es el tema más importante de este proceso, pues puedo convertir la observación en un esfuerzo más, o puedo encontrar la sencillez de la observación consciente y sin esfuerzo, y relajarme y vivir el proceso de forma mucho más simple. La OBSERVACIÓN va, eso sí, totalmente unida con la SINCERIDAD BRUTA (como dice mi suegra). Es muy sutil a veces cómo nos decimos: “va, no, no me molesta eso”... y tiro para adelante... pero la realidad es que sí, me molestó. Ahí entra la SINCERIDAD BRUTA. Veo que me molestó, y ahí está mi FRONTERA. Ahí me detengo, y eso es lo que, al ser detectado, produce los mayores cambios. Sin ningún esfuerzo. No lo quiero cambiar, no lo quiero entender... solo detecto. Uno de los primeros inconvenientes que parecemos encontrarnos, en la OBSERVACIÓN de la que hablamos, es que "la mente quiere observar y controlar la observación". Mientras la mente quie

Unkido en Casa: La observación de las cargas de los conflictos. Punto de Convergencia

En todo conflicto, ya sea global o personal, existe un Punto de Convergencia. Este punto se encuentra fuera de “la matrix”; pertenece al Ser Original. Es un punto que incluye lo mejor para todas las partes. La mente programada, cuando se enfrenta a un conflicto, intenta buscar ese Punto de Convergencia “dentro de la matrix”, hace “como si fuera” el Ser, la mente es imitadora, pero no es el Ser. De modo que busca converger a través del diálogo, o a través de las herramientas que tiene en sus manos. Por supuesto, no queremos decir que no está buenísimo el diálogo en un punto, sino que, es posible que el diálogo llegue hasta un punto y, a partir de allí, no podamos avanzar. Cuando llegamos a este punto en que hemos comprobado que el diálogo no ha dado fruto, a pesar de que hemos puesto toda nuestra mejor intención en ello ¿qué hacemos? Si mi identidad está, por ejemplo, atrapada en Plano 2, utilizaré la violencia, o si está atrapada en Plano 4 me esforzaré enormemente por hacer &

Sin conservantes, ni colorantes

Cuando empecé a escribir sobre asuntos económicos y espiritualidad-conciencia, creía que simplemente cambiando nuestras actitudes podíamos cambiar el mundo, hasta que me di cuenta que eso está muy lejos de se r una tranformación auténtica. Creía que la incitación a la creencia en que uno es capaz de hacer todo aquello en lo que cree, si le pone “esfuerzo”, era suficiente para conseguirlo y que era suficiente para transformarse internamente. Creía que cambiando mis hábitos de compra, mi economía y mi forma de vida, si todos lo hacíamos, cambiaríamos el mundo. Sin embargo, cuando empecé a cambiar mis hábitos de compra, mi economía y mi forma de vida... oh! sorpresa!, habiendo alcanzado el “ideal” que me había propuesto para cambiar el mundo desde mi propia casa, empezaron a visitarme con mucha fuerza mis amigos los miedos, las culpas, los juicios... empezaron a aparecer situaciones de conflicto con seres queridos, a mí, que me creía estandarte de una vida pac