Ir al contenido principal

Yo, Economía

Los “deberías” en lo económico, se consituyen de un modelo de comportamiento económico que “deberíamos” tener y que, si no tenemos, fracasaremos con nuestras cuentas.

Es posible que, en un momento dado, te resulte absolutamente imposible adaptarte a ese “debería económico” que comprende unos mecanismos que eres incapaz de sustentar. Lo intentarás por esfuerzo, porque te intentarás convencer... buscarás dar la imagen que se supone, “debes dar”... pero ups!!! una y otra vez... cagada tras cagada... resulta que das la imagen contraria de la que quieres dar... y una y otra vez... frustración...

La cabecita te dirá “lo estás haciendo mal” “deberías estar haciendo A o B, en lugar de C”... y otra vez, intentas hacer A o B... pero ¡te salió C! jajaja, ¿cómo es posible? ¿es una broma amarga de la vida?

Si entras en este bucle, si este es tu caso, quizás es hora de plantearte si ese patrón de referencias de éxito económico que tienes en tu mente, y que funciona fuertemente desde patrones y mandatos inconscientes como un fuerte “deberías”, no está ya caducado, y en lugar de seguir pretendiendo amoldar tu esencia a un diseño fijo de éxito, no será mejor sacarle la referencia a ese diseño, asumir que no encajas ni por mucho que te revientes a trabajar en cumplir con esos moldes, y comenzar a expresarte desde ese fango de frustración, acogido por la luz de la mirada que lo observa como un gran tesoro.

Si, soy un desastre con mis cuentas, ¡y estudié Economía! jajaja, qué paradoja ¿verdad?, soy un desastre con mi imagen publicitaria, con mi forma de funcionar en el concreto, no distingo entre lo que doy y lo que recibo, mi diseño me dice cada día que debería ser más cuidadosa. Pero por esfuerzo se me acabó el crédito. Ahora, pasito a paso, poco a poco, voy comenzando a disfrutar con mis cuentas, voy comenzando a disfrutar de explorar mi economía, aunque esté cercana a vivir en rojo. Me sorprendo cada día con lo que me muestran mis deudas y fracasos, me libero de miles de prisiones a las que me he sometido, sosteniendo una imagen de víctima de mí misma, cuando me comunico con las administraciones y aprovecho para descubrirme los personajes escondidos.

Esta particularidad que ofrece la economía, no tiene mucho márketing, porque no te invita a salir de la escasez, sino a incluirla, no te invita a sentirte abundante, sino a abrazar tu sensación de faltante. Esta particularidad que ofrece la economía, quizás te lleve, y lo hará, a destruir tu imagen pública. Y disfrutar de la libertad de deshacerte de las cadenas de una imagen, no tiene precio.

Esto es lo que yo comparto en la Economía, nadie te va a enseñar aquí a ser exitoso, yo misma soy un desastre en eso, pero lo que te invitamos a compartir son los tesoros que encontramos cuando soltamos ideas que creíamos, eran pilares fundamentales, y a descubrir de qué se trata eso de la legítima LIBERTAD.


http://www.unkido.com/l-econom-a
Más info: contactounkido@gmail.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Masculino, el Femenino y el Dinero

  "Equilibrio" Dibujo de José Mataloni EL DAR Y EL RECIBIR: MASCULINO Y FEMENINO Muchas personas dicen que se sienten más cómodas dando que recibiendo, por tanto, en ellas existe una programación mental previa para dar y no tanto para recibir. Recibir es la energía femenina. La naturaleza es una viva expresión de esta energía. La naturaleza recibe la energía del sol, que es masculina, y le otorga la vida. La naturaleza recibe, y al mismo tiempo da sus frutos. De hecho, utilizamos la palabra “natural” cuando queremos expresar que algo sale sin esfuerzo, como si fuera en la esencia de uno mismo. También decimos: “ es mi naturaleza ”, cuando queremos expresar que hacemos algo simplemente porque nos sale, como una vocación, o entregar una mano amiga o nuestro cariño cuando verdaderamente tenemos el impulso por el corazón. La naturaleza es un gran espejo en el que poder observar nuestra propia energía femenina. Durante cientos de años la energía femenina ha quedado r

DAR SE

Cuando das con la finalidad de recibir (reconocimiento, cariño, pertenencia, aprobación, validación...etc.), llegará un momento en que, al no recibir, uno cree que está “dando de más”, “que es tonto por dar a quien no lo merece”... etc... y quizás tenga razón en la superficie, pero en lo que sucede en lo profundo, es que está teniendo una finalidad no vista. Creía que estaba “dando de corazón”, pero estaba dando para recibir. La cuestión no es cuánto das, sino desde dónde das. Porque ese “desde dónde”, si no recibe, va a acabar culpando al afuera de que no le da lo que merece, de que no es visto, no es tenido en cuenta. Simplemente, no me veo, no me tengo en cuenta, y doy para recibir atención, aprobación, cariño... necesito que el afuera me diga que soy lo que yo mismo no puedo ver de mí, y si no la recibo, es “el otro” el culpable de no reconocer mi valía, valía que, yo mismo no puedo ver y por eso “obligo” al otro a que me reconozca. La generosidad de quien se posiciona en su valenc

El palo en la rueda

Cuando el ser humano se acostumbra a la mentira, después le cuesta encontrar a su propia verdad. Se acostumbra a poner su esperanza en el futuro, y a vivir un presente que prepara constantemente lo que le falta al ahora. “A mí no”... ,-dice- “a mí no me puede pasar lo que a otros les sucede”. Y observa a esos “otros” que no pueden alcanzar lo que él tiene. Y dice “soy afortunado”. “Cumplo con los preceptos necesarios para que a mí no, a mí no me pase”. Y así uno, pedalea en su bici, en esa dirección, observando a los lados de la carretera a los caídos. “Lástima, les pasaré unas monedas”. Y sigue avanzando. Ni por su imaginación se pasa verse a sí mismo a través de ellos. Es solo algo externo que pareciera errado. Quizás no supieron llevar sus vidas “como dios manda”. Quizás lo merecen, o quizás es mala suerte... ¿quién sabe? Y sigue pedaleando... -Ups!!! pataplaf!!! (ruido de alguien al caer) Un palo se metió en la rueda de la bici. Y mientras uno está en el suelo