Ahora
sé que lo mejor que me ha pasado en la vida es no encajar en ningún
lugar, en ningún grupo, en ninguna ideología. Pasé mucho tiempo
esforzándome por ser como no era, por adaptarme, por hacerme cuadrado
siendo un círculo. Creo que, en lo más profundo, nadie es capaz de
adaptarse a lo que no es; solo hacemos esfuerzos inmensos para intentar
estar cómodos en lo que creemos que es “correcto”. Tarde o temprano se
necesita soltar incluso los ideales más "sagrados". Definitivamente, no
existen moldes para lo que es infinito.
Aquí comparto unos cuantos puntos que he ido observando y descubriendo, acerca de dedicarse a una profesión asociada a un talento, a una pasión, a algo que resuena internamente... etc. Esta es solo mi visión. Punto 1: Me parece muy importante descartar las ideas “mágicas” y la asociación “trabajo=castigo” , tanto unas como otras, nos alejan de la realidad. En todo caso, creo que la realidad es más mágica de lo que uno cree, y lo es en forma real, porque tiene su obvio propio movimiento. Todo proyecto, por mucho que nos entusiasme, va a requerir de mucha implicancia y mucho trabajo. Si asociamos “como esto me gusta, me va a llegar todo solo”, estamos en un error, aparte qué aburrido...; y si asociamos “aunque esto me guste, la vida es un trabajo sacrificado y todo depende solo de mi esfuerzo”, estamos en el mismo error en la vía contraria, y sosteniendo una visión del año 1500... Creo que trabajar en lo que a uno le gusta es maravilloso, y cuando uno se implica mucho,...
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