Hasta que uno no asume la propiedad de los ECOs
que valida, los susurros del diseño; hasta que uno no se hace
responsable de sus propias cargas, la economía refleja que no asumo mis
cargas como propias, porque la culpa esta fuera y, por tanto, el capital
esta en manos de quien tienen la culpa. El ECO NO es MIO, así que, el
concreto no me incluye, porque al negarme como parte del problema, me
niego como parte de la solucion. Pero cuando dejo de validar a la
víctima, y me hago cargo de lo que siento y lo que vivo, la Economía
comienza a incluirme. Cuando el eco si es mio, la economía es una
delicia de la naturaleza esencial, no por su abundancia o escasez, sino
por ser una lógica capaz de enlazar la generación de conciencia
abstracta en el concreto. Podemos formar parte de semejante conexión.
Aquí comparto unos cuantos puntos que he ido observando y descubriendo, acerca de dedicarse a una profesión asociada a un talento, a una pasión, a algo que resuena internamente... etc. Esta es solo mi visión. Punto 1: Me parece muy importante descartar las ideas “mágicas” y la asociación “trabajo=castigo” , tanto unas como otras, nos alejan de la realidad. En todo caso, creo que la realidad es más mágica de lo que uno cree, y lo es en forma real, porque tiene su obvio propio movimiento. Todo proyecto, por mucho que nos entusiasme, va a requerir de mucha implicancia y mucho trabajo. Si asociamos “como esto me gusta, me va a llegar todo solo”, estamos en un error, aparte qué aburrido...; y si asociamos “aunque esto me guste, la vida es un trabajo sacrificado y todo depende solo de mi esfuerzo”, estamos en el mismo error en la vía contraria, y sosteniendo una visión del año 1500... Creo que trabajar en lo que a uno le gusta es maravilloso, y cuando uno se implica mucho,...
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