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Izquierda en reformulación

La izquierda genuina tiene la capacidad de detectar el error para generar conciencia de él y reformularse a sí misma, pues es la generadora de la pregunta, portante de la lógica. Tiene, por tanto, la capacidad de reformulación para, desde una nueva lógica, gestar nuevas preguntas.

Cuando esta capacidad está secuestrada, la izquierda funciona culposamente, porque no entiende que detectar un error del diseño con el que funciono en la vida real, y que me resulta no funcional en el plano físico, es simplemente, una detección de algo que no da capacidad en el contexto.

Asumir el márgen de error que tiene la percepción de culpa por el propio error, va permitiendo que la izquierda retome sus genuinas capacidades, que nada tienen que ver con la izquierda política que vemos ahí fuera. La izquierda política es una expresión de la distorsión de la izquierda de los ciudadanos comunes. Velada y secuestrada por una lógica de combate-injusticia que es fácil de detectar, porque tiene siempre patrones repetidos de comportamiento, y alimenta y sostiene el conflicto de separación. Esta lógica de combate-injusticia, es una lógica impuesta para, supuestamente, compensar el estado culposo y sumiso en el que queda la izquierda con sus potenciales originales secuestrados (en mi punto de vista, una lógica de derecha que parece izquierda, pero no lo es). Un afianzamiento de la identidad que nada tiene que ver con el desmantelamiento de la identidad, sino que es una lógica secuestradora más, de las que se han impuesto negando la lógica original.

Obviamente, todo este DESAFÍO para la lógica original, es extremadamente jugoso, pues puede pasearse por estas instancias de velo, de negación, de confusión... de las que recibe un extraordinario combustible de conciencia. De modo que, la lógica de victimación de los individuos, y su correspondiente “defensa social”, se constituyen como un broche más que, en este momento, tenemos la posibilidad de desmantelar.

Toda lógica que se gesta sobre un trauma, es una lógica que valida el trauma. Estamos tratando de blanquear el trauma, y no de sostenerlo, ni curarlo con una tirita (bandita para los argentinos).

Al mismo tiempo, toda esta lógica de victimización sustentada en el trauma, plantea el movimiento económico desde el mismo trauma inicial, de escasez, en el cual se sustentan mis metas económicas, en las cuáles busco conseguir algo que compense que no sienta miedo por la posibilidad de la escasez, busco reconocimiento para no sentir cómo me desprecio, busco que me incluyan para no sentirme excluido... etc. Los sueños, por tanto, también, se sustentan sobre todo ese trauma de separación. Todas esas metas, esas finalidades que pretendo en lo lineal, que tapen la incomodidad de mi trauma, van a manejar mi vida si no las blanqueo, puesto que son finalidades que están totalmente unidas al interés del individuo particular, mientras que mi ideología de izquierda busca ayudar al colectivo. Así que, o bien procuro taparlas, y me van a manejar, o bien las asumo y las blanqueo, y me van a ir mutando la percecpión, de modo que me van a permitir salir del trauma, pero solo con la total sinceridad de asumir ese interés personal que califiqué de egoísta, y permitir su mutación como el márgen de error que es.

Si la lógica que me opera tiene la función de negarme como individuo y hacer que me importe más el colectivo, entonces, dejo en la trastienda mi interés como individuo.

La derecha, en cambio, va a asumir más honestamente su interés personal individual, aunque le va a costar comprender que aquello es márgen de error también.

El aporte conjunto de izquierda y derecha, entonces, es mucho más grande que el aporte por separado, pues la derecha me permite asumir el interés personal, y la izquierda me permite la percepción del margen de error que tiene y, por tanto, le da la capacidad de mutar hacia poner mi interés en el mejor de los futuros para la Tierra, el cual incluye al colectivo y también al individuo, sin exclusiones.

El nacimiento así, de un individuo con sus necesidades satisfechas, que no es ajeno al mundo, ni excluyente, ni precisa que a los demás les vaya mal para que a él le vaya bien...etc., es un potencial real de los muchos a los que estamos ya dando la bienvenida.

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