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Asumir la habilidad de respuesta en un conflicto

Asumir habilidad de respuesta en un conflicto
BARRIDO ABSTRACTO-BARRIDO CONCRETO 
(Cap.del libro "El Efecto Vacío; la Sincronización 88)

En este conflicto, pues, el receptor que tiene puesta su identidad más en ese 5 plano, tiene más habilidad de respuesta, pues se permite “hacer daño” al otro. Mientras que el que tiene el acceso al 5 plano amurallado por los valores, tiene menos capacidad de respuesta para el conflicto. Digamos que el 5 DOMINA al 4. Y digo esto porque, efectivamente, es una situación de dominación, ya que no hay libertad de elección.

El 5 hace daño por arrastre, es decir, porque siente un apremio muy fuerte a decir las cosas hirientemente, a ofender e incluso, en los casos extremos, a eliminar al otro. El 4 tiene, por su parte, negada esta parte, y eso lo considera BUENO, porque al negarlo no incurre en las acciones que incurre el otro. Se siente MEJOR PERSONA, sin saber que esto impide su capacidad de respuesta.

No queremos decir aquí, por tanto, que sea necesario hacer daño al otro para tener capacidad de respuesta, ni mucho menos, sino que, como ya sabemos, al venir todo el concreto que vemos de un abstracto, podemos ver con claridad qué sucede en ese abstracto y permitir que mute.

En ese abstracto, si tengo mi identidad bien asociada a ese 4 que “NO SE PERMITE”, como imposición, no como ELECCIÓN, las acciones de ese 5, entonces estoy con mis habilidades de respuesta amuralladas. Pero si puedo ver en mi abstracto, explorándome por dentro, cómo me impido, me bloqueo ese 5, porque no me permito hacer daño al otro, y lo ASUMO, entonces estoy asumiendo a mi agresor interno, el cual, tiene todas las habilidades de respuesta para el conflicto.

De esta forma tengo acceso a esas habilidades de respuesta, y NO ELIJO eliminar o atacar al otro, con LIBERTAD, y no por una imposición de valores como lo hacía hasta ahora.

Este hecho marca una gigantesca diferencia que me permite ir saliendo del conflicto, y no solo eso, sino inmunizarme ante él.

Este “no permitirse el mal”, digamos, provoca, por pura física, que otras partículas, receptores, personas, ocupen esa situación.

Es decir, cuando la lógica está en distorsión, la física opera con el mismo equilibrio exacto, de modo que, a un impulso en distorsión de empuje que crea un bloqueo, tiene como RESPUESTA un movimiento de empuje de las mismas exactas proporciones y frecuencias en sentido contrario.

De modo que, cuanto más me resisto al “mal”, más “mal”, en un determinado momento, observo a mi alrededor.

Por ejemplo, Gandhi se pasó toda la vida hablando de la NO VIOLENCIA, es decir, un ejercicio de rechazo a la violencia, de resistencia, y curiosamente, él mismo, en un momento dado de su vida, se planteó cómo es que estaba viendo tanta violencia a su alrededor en su país, cuando justamente él estaba hablando de la no violencia.

Los movimientos de empuje hacia el “bien”, tienen muy buena prensa, sin embargo, cuando empezamos a verle la base al iceberg del bien, nos sorprendemos altamente de ver que el impulso no tiene tanto de altruista, sino que es un impulso inconsciente para satisfacer la pregunta que abre una distorsión.

La maravilla de poder VER en uno mismo esos ESFUERZOS, esos impulsos que hago para hacer lo correcto, o esas barreras que me pongo para no tomar el camino incorrecto, me permite que éstos sean barridos por el VACÍO, y no por la respuesta divergente que nos ofrece la realidad.

Por ejemplo, esto lo podemos ver muy claramente con el ejemplo de Pablo Escobar en Colombia. Como los apellidos nos muestran maravillosamente bien, Escobar hizo un auténtico BARRIDO concreto en Colombia de esta distorsión del “bien”.

Desde su percepción inconsciente del 5 plano, él no entendía la presencia de un intermediario en sus relaciones vitales, de modo que se encargaba de BARRER con su ESCOBA distorsionada, es decir, para su propio beneficio personal, a todo aquel intermediario que interrumpiera el camino.

Los políticos que en aquel momento eran objeto de la furia de Escobar, eran fundamentalmente políticos honestos, llenos de valores que cualquier persona tomaría como excelentes.

Sin embargo, lo que nosotros estamos comenzando a ver ahora es cómo las partes, en realidad, están juntas, cómo se constituyen de distintas polaridades que encajan a la perfección, y que la una sin la otra no tienen posibilidad de existencia.

Es decir, esos políticos no habrían tenido la posibilidad de experimentar la honestidad hasta ese límite, si no hubieran tenido delante a un delincuente del calibre de Escobar.

Escobar es la RESPUESTA a la PREGUNTA del, digamos “santo”, o más concretamente, SANTA, pues la pregunta es femenina. Curiosamente, SANTA suma 57, que es el código de Colombia, país de Pablo Escobar.

Como ya sabemos, todos los programas tienen un determinado tiempo de experimentación, un alfa y un omega, y cuando éste se está por cerrar, cuando el programa ya fue experimentado, entonces apremia por tener una respuesta, y son los momentos en los que aparecen, por ejemplo, esos picos de violencia, la cual se podría evitar si quien ABRE LA PREGUNTA, el “bueno”, se observa la distorsión en sí mismo.

Eso es lo que produce el BARRIDO ABSTRACTO necesario para que no exista un BARRIDO CONCRETO como el que hizo ESCOBAR.

Así, un receptor que observe en sí mismo este programa de ser correcto, es decir, 34 es VER el PROGRAMA, activo en mi receptor esa frecuencia que me permite ver el programa y NO VALIDO más, es decir, voy observando el esfuerzo que implica todo eso y la distorsión que tiene, pues es algo que me obliga, y no es algo libre. Entonces permito la torsión 8 de todos los elementos sincronizándose.

Curiosamente, el código 348 lo tiene la localidad de Escobar, en Buenos Aires.


Curiosamente, en estos momentos, el presidente de Colombia se apellida SANTOS. 

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