"Ya sabemos todos que el dinero es solo un medio y no un fin en sí mismo. Sin embargo, para el programa de supervivencia el dinero se convierte en un fin en sí mismo. De modo que si no vemos esto, estamos viviendo en la incoherencia de que, conscientemente nos decimos que el dinero es solo un medio, pero nuestro inconsciente, movido por el programa de supervivencia funciona sintiendo y viviendo la “realidad” de que conseguir dinero es su fin.
Esta incoherencia se produce porque los programas quieren imitar al original, y como desde la perspectiva del original, el dinero es simplemente un medio, el programa va a hacer como que no le importa el dinero, sin embargo, está tapando el mecanismo real por el que nos manejamos.
Todo el tiempo que el autoengaño está activo, es tiempo que tardamos en mutar algo que debe ser transformado, y es tiempo de mantenernos en el sufrimiento.
VER lo que está en las capas inconscientes solo se produce con un ejercicio de sinceridad con el programa. Si siento necesidades económicas, si hago las cosas para ganar dinero, no estoy haciendo nada malo, simplemente estoy viviendo a través del programa; sin embargo, el programa que imita al original, ese cuarto que imita, pero que no es, lo que va a hacer es utilizar pensamientos que traten de convencerme de que el dinero no es importante, de que yo me manejo por otros intereses, quiere “salir” del programa sin ver el programa, quiere quitárselo de encima.
Uno tiene que poder poner el foco en aquello a lo que ha derivado a un lugar llamado INCONSCIENTE, pero que no es otra cosa que LO QUE NO QUIERO VER. En realidad, es tan obvio que pretendo no verlo, porque me estoy juzgando por pensar de una determinada forma. El “imitador” es un juzgador nato de los programas. Juzga el comportamiento del que quiere ganar dinero, del que se protege, del que se compara, del que actúa por valores. Juzga todo el tiempo: fuera y dentro. Y ese juicio le impide ver que él mismo tiene activos todos esos programas que juzga y a los cuales pretende eliminar tapándolos. De esta forma, todos esos programas siguen ahí activos manejando su vida, y todos pueden verlos, pero él/ella no los ve.
Ese juicio del imitador es lo primero que debemos observar si nos encontramos en esa situación. Observar cómo juzgo y cómo me juzgo por tener activos “programas”, va desmantelando el propio juicio. Una vez que estoy libre de este juez, puedo comenzar una observación sumamente mutadora, pues puedo, por fin, observarme sin determinar lo que debo o no debo pensar.
La verdadera observación aparece cuando no elijo qué tipo de pensamiento tienen que pasar por mi mente, porque todos ellos son bienvenidos y no voy detrás de ninguno de ellos a abrir una vía de proyección otorgándole mi energía para salir hacia fuera a experimentarla.
Tenemos la tendencia de negar justamente aquello que necesitamos ver. “No, yo no me estoy comparando” “yo no tengo interés por el dinero” “lo digo sin carga, sin juicio”, "no estoy criticando, pero..." etc. Es interesante poderse observar a uno mismo cuando niega, porque muchas veces ahí estamos protegiendo a la identidad. Si es un no con carga para protegerse a uno mismo, seguramente lo que sucede es al revés, que lo que estoy negando SUCEDE y clama a gritos para que sea visto"
fragmento del libro "Honestidad Bruta"
www.unkido.com/libros
Esta incoherencia se produce porque los programas quieren imitar al original, y como desde la perspectiva del original, el dinero es simplemente un medio, el programa va a hacer como que no le importa el dinero, sin embargo, está tapando el mecanismo real por el que nos manejamos.
Todo el tiempo que el autoengaño está activo, es tiempo que tardamos en mutar algo que debe ser transformado, y es tiempo de mantenernos en el sufrimiento.
VER lo que está en las capas inconscientes solo se produce con un ejercicio de sinceridad con el programa. Si siento necesidades económicas, si hago las cosas para ganar dinero, no estoy haciendo nada malo, simplemente estoy viviendo a través del programa; sin embargo, el programa que imita al original, ese cuarto que imita, pero que no es, lo que va a hacer es utilizar pensamientos que traten de convencerme de que el dinero no es importante, de que yo me manejo por otros intereses, quiere “salir” del programa sin ver el programa, quiere quitárselo de encima.
Uno tiene que poder poner el foco en aquello a lo que ha derivado a un lugar llamado INCONSCIENTE, pero que no es otra cosa que LO QUE NO QUIERO VER. En realidad, es tan obvio que pretendo no verlo, porque me estoy juzgando por pensar de una determinada forma. El “imitador” es un juzgador nato de los programas. Juzga el comportamiento del que quiere ganar dinero, del que se protege, del que se compara, del que actúa por valores. Juzga todo el tiempo: fuera y dentro. Y ese juicio le impide ver que él mismo tiene activos todos esos programas que juzga y a los cuales pretende eliminar tapándolos. De esta forma, todos esos programas siguen ahí activos manejando su vida, y todos pueden verlos, pero él/ella no los ve.
Ese juicio del imitador es lo primero que debemos observar si nos encontramos en esa situación. Observar cómo juzgo y cómo me juzgo por tener activos “programas”, va desmantelando el propio juicio. Una vez que estoy libre de este juez, puedo comenzar una observación sumamente mutadora, pues puedo, por fin, observarme sin determinar lo que debo o no debo pensar.
La verdadera observación aparece cuando no elijo qué tipo de pensamiento tienen que pasar por mi mente, porque todos ellos son bienvenidos y no voy detrás de ninguno de ellos a abrir una vía de proyección otorgándole mi energía para salir hacia fuera a experimentarla.
Tenemos la tendencia de negar justamente aquello que necesitamos ver. “No, yo no me estoy comparando” “yo no tengo interés por el dinero” “lo digo sin carga, sin juicio”, "no estoy criticando, pero..." etc. Es interesante poderse observar a uno mismo cuando niega, porque muchas veces ahí estamos protegiendo a la identidad. Si es un no con carga para protegerse a uno mismo, seguramente lo que sucede es al revés, que lo que estoy negando SUCEDE y clama a gritos para que sea visto"
fragmento del libro "Honestidad Bruta"
www.unkido.com/libros
Qué bueno! Encuentro respuestas a mis preguntas!
ResponderEliminarCreo que lo que me sucede a mi es que puedo ver la supervivencia operando en mi pero no quiero que esté. Y está. Punto. A patadas no la puedo sacar...entonces con amor la mando al vacío por el eje Y...
Estoy comenzando en la ley.... Eso sería desmantelar?
Gracias!
Hola Denise! Mandarla al vacío para no sentirla, o tratarla a patadas, es lo mismo pero lo primero parece más amoroso. Lo verdaderamente amoroso, en realidad, es permitir que esa sensación te traspase, sea plenamente sentida, dejar de luchar para que se vaya. Eso es desmantelar.
EliminarTe mando un fuerte abrazo
Laura
Qué bueno! Encuentro respuestas a mis preguntas!
ResponderEliminarCreo que lo que me sucede a mi es que puedo ver la supervivencia operando en mi pero no quiero que esté. Y está. Punto. A patadas no la puedo sacar...entonces con amor la mando al vacío por el eje Y...
Estoy comenzando en la ley.... Eso sería desmantelar?
Gracias!