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La mayoría de las personas hacemos trabajos que también realizan otras personas; sin embargo, cada uno de nosotros puede aportar algo a ese trabajo que no aporta nadie más. Si nos limitamos a ser “seguidores”, solo copiamos lo que nos han enseñado a hacer, pero si aportamos nuestra esencia, lo que nos hace especiales y diferentes, lo que nos hace únicos, entonces el trabajo de uno empieza a ser también único. Otras personas harán lo mismo que tú, porque lo dirá el título o la profesión; pero ninguno aportará al mundo lo que tú aportas.
Si sigues compitiendo, siempre habrá alguien que, bajo tu baremo, haga las cosas mejor, sea más guapo o más inteligente; sin embargo, no hay nadie en el mundo que tenga el talento que te hace único.
El puzzle humano se compone de piezas irreemplazables...
¡Realidad pura!. Siempre he trabaja "por debajo de...", pero nunca he sentido que mi capacidad intuitiva o de trabajo no fuera/fuese muchas veces mejor que la de los de "encima de...."
ResponderEliminar¡Realidad pura!. Siempre he trabaja "por debajo de...", pero nunca he sentido que mi capacidad intuitiva o de trabajo no fuera/fuese muchas veces mejor que la de los de "encima de...."
ResponderEliminarClaro, andamos comparándonos siempre, pero si cada uno aportásemos lo que nos hace únicos, en realidad la cooperación sería lo natural, y no la competencia... Habrá que ponerlo en práctica! Abrazos Francisco
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