Ir al contenido principal

Feliz San Valentín

Esto es solo una posibilidad...
la posibilidad de abrirse a que esto que expreso pueda ser real...

Lo que estoy pidiendo, no lo tengo. Eso es obvio.
Lo que tengo, lo puedo expresar y compartir.
Si estoy pidiendo amor, no lo tengo.
Si lo tengo, lo puedo expresar y compartir.
Si estoy pidiendo respeto, no lo tengo.
Si lo tengo, lo puedo expresar y compartir.
Si estoy pidiendo que crean en mi, es porque yo no creo en mí,
no tengo esa confianza.
Si la tengo, voy a expandir confianza hacia otros.
Si estoy pidiendo paridad, no la tengo
Si la tengo, la puedo expresar y compartir.
¿Puedo, por un minuto, dejar a un lado la idea de que tengo que convencer al mundo, y cambiar a otros, y observar primero si aún me duele la idea de que no somos iguales? porque si me duele, es porque la estoy validando en alguna parte de mi mente. Y si la descubro y le quito esa validación, estoy dejando de sostener a la idea misma, y por tanto, dejando de sostener una lucha que genera mayor polaridad.
Quizás, debajo de la idea esté la paridad real, dentro de ti, y en ese encuentro, no necesites pedir más, porque vas a expresarla, y eso sí es un hermoso aporte al mundo.
SE paridad. Es una actitud superadora de las actitudes del pasado, y el pasado se deshace ante lo que le supera, pero se crece ante lo que le pelea.
Si la eres, no la vas a pedir, porque primero te la otorgas a ti mismo/a. Asi que, la vas a expandir.
El mundo necesita personas que expandan su amor, su respeto y su paridad real. Muchos la piden, pero ¿quién la da?
Quizás puedas encontrar internamente todo lo que estás pidiéndole al afuera.
¿Por qué lo pides? ¿Será que no te lo has dado aún a ti mismo/a?
Quizás no recordabas que podías dártelo, pero ahora que lo sabes, también puedes.

Feliz San Valentín
Laura F Campillo


Comentarios

  1. Hola Laura. Me encantó el texto. La lectura me recordó a Krishnamurti; mi profe de yoga cuenta una anécdota sobre su maestra de yoga, Indra Devi: ''se le acerca una señora a Mataji y le dice: 'a mi nadie me quiere'; y ella le responde: 'y ud, quiere a alguien?'.'' Te sigo para próximas lecturas. Gracias.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El Masculino, el Femenino y el Dinero

  "Equilibrio" Dibujo de José Mataloni EL DAR Y EL RECIBIR: MASCULINO Y FEMENINO Muchas personas dicen que se sienten más cómodas dando que recibiendo, por tanto, en ellas existe una programación mental previa para dar y no tanto para recibir. Recibir es la energía femenina. La naturaleza es una viva expresión de esta energía. La naturaleza recibe la energía del sol, que es masculina, y le otorga la vida. La naturaleza recibe, y al mismo tiempo da sus frutos. De hecho, utilizamos la palabra “natural” cuando queremos expresar que algo sale sin esfuerzo, como si fuera en la esencia de uno mismo. También decimos: “ es mi naturaleza ”, cuando queremos expresar que hacemos algo simplemente porque nos sale, como una vocación, o entregar una mano amiga o nuestro cariño cuando verdaderamente tenemos el impulso por el corazón. La naturaleza es un gran espejo en el que poder observar nuestra propia energía femenina. Durante cientos de años la energía femenina ha quedado r

DAR SE

Cuando das con la finalidad de recibir (reconocimiento, cariño, pertenencia, aprobación, validación...etc.), llegará un momento en que, al no recibir, uno cree que está “dando de más”, “que es tonto por dar a quien no lo merece”... etc... y quizás tenga razón en la superficie, pero en lo que sucede en lo profundo, es que está teniendo una finalidad no vista. Creía que estaba “dando de corazón”, pero estaba dando para recibir. La cuestión no es cuánto das, sino desde dónde das. Porque ese “desde dónde”, si no recibe, va a acabar culpando al afuera de que no le da lo que merece, de que no es visto, no es tenido en cuenta. Simplemente, no me veo, no me tengo en cuenta, y doy para recibir atención, aprobación, cariño... necesito que el afuera me diga que soy lo que yo mismo no puedo ver de mí, y si no la recibo, es “el otro” el culpable de no reconocer mi valía, valía que, yo mismo no puedo ver y por eso “obligo” al otro a que me reconozca. La generosidad de quien se posiciona en su valenc

El palo en la rueda

Cuando el ser humano se acostumbra a la mentira, después le cuesta encontrar a su propia verdad. Se acostumbra a poner su esperanza en el futuro, y a vivir un presente que prepara constantemente lo que le falta al ahora. “A mí no”... ,-dice- “a mí no me puede pasar lo que a otros les sucede”. Y observa a esos “otros” que no pueden alcanzar lo que él tiene. Y dice “soy afortunado”. “Cumplo con los preceptos necesarios para que a mí no, a mí no me pase”. Y así uno, pedalea en su bici, en esa dirección, observando a los lados de la carretera a los caídos. “Lástima, les pasaré unas monedas”. Y sigue avanzando. Ni por su imaginación se pasa verse a sí mismo a través de ellos. Es solo algo externo que pareciera errado. Quizás no supieron llevar sus vidas “como dios manda”. Quizás lo merecen, o quizás es mala suerte... ¿quién sabe? Y sigue pedaleando... -Ups!!! pataplaf!!! (ruido de alguien al caer) Un palo se metió en la rueda de la bici. Y mientras uno está en el suelo