Capítulo del libro "El Efecto Vacío; Sincronización 88"
El programa reactivo está
tan arraigado al éxito, a la búsqueda y consecución de unas metas, de unos
objetivos que me hagan sentir satisfecho, orgulloso de lo logrado, que este
punto puede ser uno de los que produzcan más dificultad en el proceso de cambio
de percepción.
Durante un tiempo, uno es
muy probable que siga esperando un resultado, tener éxito en lo que uno hace, y
no se da cuenta de que, mientras “fracasa” para el mundo exterior, se empieza a
producir una desmantelación, si uno sabe aprovechar la observación del deseo,
de las metas, de los sueños… que antes fueron el motor de nuestra existencia, y
en el cambio de percepción hacia una lógica global, se convierten en una
frontera, en un techo que nos ponemos, pues los potenciales del propósito están
fuera de nuestro campo de imaginación.
Pero aquí tenemos una
duda muy común que vamos a tratar de ponerle el punto para ver con más detalle:
¿qué es el propósito?
Para poder ver esto vamos
a empezar por ver lo que no es. Por ejemplo, cuando uno se propone una “meta”,
y lo hace a través del bagaje que tiene del PASADO, de los referentes que ha
ido aprendiendo, con la intención de conseguir “algo”, como un status, poder
ganarse la vida…etc., entonces estamos poniendo nuestra referencia en lo
externo. Lo cual no tiene absolutamente nada de malo, pero tenemos que tener
claro que estamos moviéndonos por lo externo, por lo que aprendimos.
Iniciamos un proceso, un
proyecto, un trabajo, en base a ganar dinero, o a conseguir un sueño…etc.,
entonces ahí tenemos una excelente oportunidad para observar más allá de lo que
en apariencia nos está ofreciendo ese proyecto o ese trabajo.
Cuando empezamos a poner
nuestra atención en las CARGAS, en lugar de gestionarlas, o huir de ellas,
entonces estamos ya entrando en un PROPÓSITO mayor que el de simplemente
ganarnos la vida, o el de conseguir un trabajo en el que disfrute y desarrolle
mi talento. Entrar en este PROPÓSITO mayor, empieza precisamente por observar estas
CARGAS, como ya hemos dicho, como nuestros TESOROS que nos amplían la
percepción.
Por ejemplo, cuando estoy
en un proyecto que en apariencia fracasa para el mundo externo, y pongo mi
atención en esa sensación de fracaso, de sentirme inferior, no desde la gestión
de esa carga para tratar de resolverlo y ponerme a triunfar, sino un ENCUENTRO
directo y completamente honesto con el FRACASO, observándolo sin validarlo,
como ya sabemos, entonces ese FRACASO me abre una puerta a una percepción más
grande de lo que estoy haciendo, y voy a poder comprobar que lo que en
apariencia era un proyecto fracasado para el mundo, tenía un enorme propósito
para mí y para todos. Desmantelar el fracaso es desmantelar un programa en el
que la humanidad busca la consecución de unos logros con referencia externa, y
poder comenzar a tener la mirada en ese PROPÓSITO del que tanto hablamos y el
cual, solo se puede conocer por propia experiencia, por auto-observación. Por
eso no podemos dar ninguna definición, al menos de momento, porque la vivencia
es la mejor definición del mismo.
En este punto es
sumamente importante tener puesta nuestra REFERENCIA en el VACÍO, pues la
referencia externa, la mirada del otro, va a llevarnos muy fuertemente a hacer
cosas para que los demás nos vean en ÉXITO, que no nos vean TONTOS, o boludos,
como ya dijimos más atrás. Poder aceptar, asumir la sensación de que para el
mundo exterior estoy siendo un tonto que me dejo llevar, que me dejo engañar,
que no me impongo, que no tengo herramientas para moverme exitosamente en la
vida…etc. Lo que no sabemos es que, esas sensaciones son justamente las que,
ASUMIDAS, nos producen habilidades de respuesta completamente nuevas.
¿Cuántas veces has
escuchado?
-“Pero no te dejes
engañar”
-“Que no te tomen por
tonto…”
-“Eso te lo hacen a ti,
porque no protestas, a otro no se lo hacen”… etc.
Uno, cuando escucha esto,
siente una sensación incómoda de la cual trata de huir a través de DEFENDER su
identidad. Entonces ahí entramos a dar excusas, razones…etc., para convencer al
otro de que en realidad no fuimos tan tontos. Cuando convencemos al otro,
entonces, esa incómoda sensación desaparece, y seguimos viviendo.
Por eso, en un proceso de
cambio de percepción genuino, tarde o temprano uno se va a encontrar con el
sabor del FRACASO, con el olor de ser TONTO, quizás con la ESCASEZ , con la sensación
de que no quiero ser pobre…etc., y todo ello me está proporcionando una
magnífica exploración de todas mis fronteras, para expandirlas y poder moverme
con un propósito completamente distinto al
mero perseguir la consecución de algo ya conocido, imaginado, porque ya sé que
aquella sensación incómoda de la que antes huía, es el caviar del Original, lo
cual me va a permitir tener una percepción mucho más amplia al permitir que el
Vacío la deguste en toda su dimensión.
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