Ir al contenido principal

TIPS BÁSICOS PARA PROYECTOS “SEMILLA”

Aquí comparto unos cuantos puntos que he ido observando y descubriendo, acerca de dedicarse a una profesión asociada a un talento, a una pasión, a algo que resuena internamente... etc.

Esta es solo mi visión. 

Punto 1: Me parece muy importante descartar  las ideas “mágicas” y la asociación “trabajo=castigo”, tanto unas como otras, nos alejan de la realidad. En todo caso, creo que la realidad es más mágica de lo que uno cree, y lo es en forma real, porque tiene su obvio propio movimiento.

Todo proyecto, por mucho que nos entusiasme, va a requerir de mucha implicancia y mucho trabajo. Si asociamos “como esto me gusta, me va a llegar todo solo”, estamos en un error, aparte qué aburrido...; y si asociamos “aunque esto me guste, la vida es un trabajo sacrificado y todo depende solo de mi esfuerzo”, estamos en el mismo error en la vía contraria, y sosteniendo una visión del año 1500...

Creo que trabajar en lo que a uno le gusta es maravilloso, y cuando uno se implica mucho, y trabaja mucho, parece que uno NO TRABAJA. Porque si quitas la asociación trabajo=castigo, vas a ver que la implicancia en lo que uno hace, puede ser una fuente de plenitud. Y dejar espacios VACÍOS, para que la REALIDAD también infiera en mi trabajo, a mí particularmente, me resulta muy importante. Si solo estás centrado en TU ESFUERZO, no PRESTAS ATENCIÓN a lo que está pasando en la realidad, la cual, muchas veces, nos trae por sí misma y en MEJOR VERSIÓN aquello que uno está buscando por esfuerzo. Pero por supuesto, la implicancia ha de estar. Desde la espera en el sofá, hasta que lo mágico me encuentre... eso puede suceder, no digo que no, pero quizás no sea tan interesante como ir descubriendo el camino, el paso a paso, el proceso... con esos ESPACIOS PARA LA RESPIRACIÓN en los que la realidad habla por sí misma. Recuerda que no vives solo en el mundo, y que esa interacción de todos, te afecta. ESCÚCHALA.

En cualquier caso, muchas veces uno requiere de una “espera en el sofá” necesaria, de momentos de CAOS y confusión. Ahí, mientras tenemos caos y confusión, se están gestando las nuevas ideas. Mi sugerencia es que no entres a castigarte por estar confuso y sin decisiones concretas. Que no te FUERCES a entrar en trabajo, sino que permitas el tránsito, y lo aproveches para descargarte de las ideas de que ERES UN VAGO, QUE NO TE IMPLICAS...ETC... para mí, un tiempo maravillosamente aprovechado en el sofá, es aquel que utilizo para desvalidar mi conciencia moralizante. El esfuerzo que nace de un valor, no es el mismo impulso que el que nace del impulso por implicarme con la vida, porque me quito de encima la obligación moral.

 Simplemente vivencialo, y permite que ese momento GERMINE para que vaya dando a luz la semilla. Tiene un enorme propósito esa situación.

Punto 2: Descarta entonces la idea de “premio-castigo”. La vida no funciona así. Quizás en el medievo era una idea a explorar, pero en 2019... no la veo. Si fracasas, no es porque sea un castigo. Hay un propósito enorme en aquella vivencia, pues ahí uno se replantea millones de cosas que recalculan el rumbo hacia cuestiones más profundas, y más honestas. El fracaso, por tanto, es el abono de tu planta. No te creas que “no vales” para tu talento, solo porque fracases inicialmente. Es más, creo que puede ser muy necesario para darse un baño de humildad y permitir que el GPS haga un buen “recalculando” nuestras direcciones a tomar.

Punto 3: Hilando con el punto 2, me parece importante distinguir cómo uno sabe que “no vale” realmente para lo que está haciendo y que debería dedicarse a otra cosa; o si está simplemente sufriendo el “síndrome del impostor”. Bueno, en mi opinión, el talento tiene mucho por desarrollar, y muchas o la mayor parte de las veces, es como una cebolla que precisa irse quitando capas hasta que va saliendo la esencia. Una vez que uno se va quitando de las ideas “no valgo para esto”, ahí va viendo si, efectivamente, uno quiere o no quiere implicarse en ello. Si un proyecto te sirve para desligarte de estas ideas, entonces ha servido para mucho, aunque después consideres que dejarlo es la mejor opción.

Punto 4: No pretendas estar donde no estás. Baja el nivel de tus expectativas. Es decir, si tu proyecto es aún una semilla, trabájalo como semilla. No te confundas con que ya es una planta. Sin asumir la semilla, la planta, simplemente, no crece. Pero asumiendo la semilla, vas a ver infinidad de brotecitos que se van a abriendo, poquito a poco, y en sí mismo aquello es un resultado maravilloso del que disfrutar.

Punto 5: Infórmate, aprende, escucha. No tengas miedo a “perder tu propia guía” y afina bien el radar de lo que te resuena para ir hacia un lado o hacia otro. Tanto si solo te escuchas a ti mismo/a, como si crees que cualquiera tiene más razón que tú, estás en el mismo error. Descubre tu mástil interno, para saber a dónde dirigirte, ya que esa decisión solo puede ser tuya, y una vez establecida, puedes escuchar los consejos acerca de la construcción del camino, sin el temor a perder tu propio rumbo.

Bueno, de momento hasta ahí, y otro día sigo con más...

Laura María Fernández Campillo

Sesiones sobre Emprendimiento
+34609827324
www.unkido.com

Comentarios

  1. Sincrónicamente llega este artículo en el momento justo. El punto 4 es el que me bajo a tierra. reconocer que recién se planta la semilla.

    Gracias por tu aporte. Un gran abarazo.

    ResponderEliminar
  2. renosaste magicamente en el sentido de que era lo que deje que suceda !!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El Masculino, el Femenino y el Dinero

  "Equilibrio" Dibujo de José Mataloni EL DAR Y EL RECIBIR: MASCULINO Y FEMENINO Muchas personas dicen que se sienten más cómodas dando que recibiendo, por tanto, en ellas existe una programación mental previa para dar y no tanto para recibir. Recibir es la energía femenina. La naturaleza es una viva expresión de esta energía. La naturaleza recibe la energía del sol, que es masculina, y le otorga la vida. La naturaleza recibe, y al mismo tiempo da sus frutos. De hecho, utilizamos la palabra “natural” cuando queremos expresar que algo sale sin esfuerzo, como si fuera en la esencia de uno mismo. También decimos: “ es mi naturaleza ”, cuando queremos expresar que hacemos algo simplemente porque nos sale, como una vocación, o entregar una mano amiga o nuestro cariño cuando verdaderamente tenemos el impulso por el corazón. La naturaleza es un gran espejo en el que poder observar nuestra propia energía femenina. Durante cientos de años la energía femenina ha quedado r

DAR SE

Cuando das con la finalidad de recibir (reconocimiento, cariño, pertenencia, aprobación, validación...etc.), llegará un momento en que, al no recibir, uno cree que está “dando de más”, “que es tonto por dar a quien no lo merece”... etc... y quizás tenga razón en la superficie, pero en lo que sucede en lo profundo, es que está teniendo una finalidad no vista. Creía que estaba “dando de corazón”, pero estaba dando para recibir. La cuestión no es cuánto das, sino desde dónde das. Porque ese “desde dónde”, si no recibe, va a acabar culpando al afuera de que no le da lo que merece, de que no es visto, no es tenido en cuenta. Simplemente, no me veo, no me tengo en cuenta, y doy para recibir atención, aprobación, cariño... necesito que el afuera me diga que soy lo que yo mismo no puedo ver de mí, y si no la recibo, es “el otro” el culpable de no reconocer mi valía, valía que, yo mismo no puedo ver y por eso “obligo” al otro a que me reconozca. La generosidad de quien se posiciona en su valenc

El palo en la rueda

Cuando el ser humano se acostumbra a la mentira, después le cuesta encontrar a su propia verdad. Se acostumbra a poner su esperanza en el futuro, y a vivir un presente que prepara constantemente lo que le falta al ahora. “A mí no”... ,-dice- “a mí no me puede pasar lo que a otros les sucede”. Y observa a esos “otros” que no pueden alcanzar lo que él tiene. Y dice “soy afortunado”. “Cumplo con los preceptos necesarios para que a mí no, a mí no me pase”. Y así uno, pedalea en su bici, en esa dirección, observando a los lados de la carretera a los caídos. “Lástima, les pasaré unas monedas”. Y sigue avanzando. Ni por su imaginación se pasa verse a sí mismo a través de ellos. Es solo algo externo que pareciera errado. Quizás no supieron llevar sus vidas “como dios manda”. Quizás lo merecen, o quizás es mala suerte... ¿quién sabe? Y sigue pedaleando... -Ups!!! pataplaf!!! (ruido de alguien al caer) Un palo se metió en la rueda de la bici. Y mientras uno está en el suelo