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“Todavía no he resuelto mi problema con el dinero, (o con el trabajo) y quiero ver qué puedo hacer para resolverlo”



 Imagen de Terry Border


Seguimos hablando de la trampa del tiempo en este caso curioso. Muchas personas preguntan partiendo de esta base: “Todavía no he resuelto mi problema con el dinero, (o con el trabajo) y quiero ver qué puedo hacer para resolverlo”. Siempre que recibía este tipo de consultas, algo en mí decía que la solución estaba en la pregunta, (como seguramente suceda siempre), y ha sido ahora cuando ha aparecido esa respuesta.

El pensamiento que cree que "tiene que resolver" el tema del dinero, es el mismo que crea el problema. Por lo tanto, solo se quedará "satisfecho" cuando encuentre una solución externa. De esta forma, estoy poniendo toda mi energía en una situación más o menos "ideal" y futura, que resolverá mis incomodidades; pero mientras, ignoro mi realidad, lo que sucede ahora, la trato de saltar, no quiero verla.


¿Qué implicaciones trae esto? 

    *Lo primero, que si entendemos esto vamos a dejar de ir hacia fuera a buscar una solución externa, pues vamos a dejar de darle vueltas al pensamiento del programa para encontrar una solución. Y el pensamiento del programa siempre busca soluciones externas.
 
   *Lo segundo es que vamos a empezar a observar la sensación que nos produce tener el problema “sin resolver”. ACEPTO esa situación no resuelta y observo qué sucede dentro de mí. Observo ese miedo, esa incomodidad, esa preocupación. Observo sin identificarme con ello, con la intención de conocer aquello que me molesta, de explorarlo. Observo la energía que da fuerza a la preocupación, observo el impulso que genera ese pensamiento. Como ya he aceptado que el pensamiento creó el problema, dejo de tratar de buscar una solución. De modo que he eliminado el “tiempo” para resolver la situación. Es en ese mismo instante en el que no hay tiempo, en el que, al cambiar la percepción, uno no ve la situación más como "un problema".

         *En tercer lugar, cuando cambia la percepción, es más que probable que después veamos cambiar a la situación de forma increíblemente rápida; en primer lugar, porque tenemos la mente limpia de preocupaciones, y cuando la mente está así, trabaja mucho más eficientemente, y ahí es donde sí accede al campo en el que nacen las soluciones, mientras que una mente atrapada en el drama, solo encuentra más drama. 

De modo que estamos pasando de actuar así: 

“Espero que la situación se arregle para yo sentirme cómodo”

a decirnos: “Observo la incomodidad que me produce la situación no resuelta y no intento arreglarla con el mismo pensamiento que creó el problema”

Esta otra actitud nos está enfrentando a lo que nos da miedo, y esa observación del miedo hace que éste se vaya diluyendo. Con la ausencia de miedo podemos empezar a ver con claridad, y así observar las soluciones que antes no veía. 

De modo que no se trata de un "resolver mágico", sino de un resolver "lógico".

La diferencia entre ambas actitudes es gigante. Estamos dejando de necesitar el cambio exterior para sentir paz interior. Estamos dejando de necesitar TIEMPO para que nuestros problemas internos, nuestras incomodidades, se solucionen. La solución es instantánea, pues está en el problema mismo, no requiere de tiempo. 


Vídeo explicativo: https://www.youtube.com/watch?v=DsKDa1xeU9s#t=488

Comentarios

  1. Muy interesante. La música del final preciosa.ç
    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Gracias! La música del final es de Carminho, una cantante portuguesa maravillosa. Abrazos!

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