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Recibir a cambio de nada, sin esfuerzo





Muchas personas están tan acostumbradas a “dar”, que se olvidan de disfrutar el “recibir”. Empezamos desde niños, cuando no soportamos que el otro pase por un mal momento, y vamos hacia él con la intención de animarlo, de que se ponga bien. Ésta, también es una forma de recibir un cariño, de sustituir un faltante, de modo que el acto comienza a hacerse mecánico: “doy para ser amado”. Algunas personas tienen la creencia de que tienen que dar para ser aceptados, y si en algún momento dejo de dar, los demás se van a enfadar conmigo.

Si estás en esa situación, puedes empezar por OBSERVAR el ESFUERZO que haces para contentar a los demás, para que el otro esté bien, para que el otro te acepte... etc.

He detectado que va muy relacionado este esfuerzo por obtener el faltante afectivo y de aceptación, con el fluir económico. La persona que actúa de esta forma, en el fondo, no se siente merecedor de recibir sin ningún motivo, CREE QUE TIENE QUE HACER ALGO PARA RECIBIR ALGO. De esta forma, son personas a las que les cuesta mucho esfuerzo ganar dinero, y es posible que estén bloqueando el flujo de dinero que llega, la recepción, con esa creencia de no sentirse merecedor de recibir sin hacer ningún esfuerzo.

Como siempre, la propuesta de El Espíritu Económico no es otra que la observación, darse cuenta, observar el esfuerzo que hago, observar el personaje interno que busca fuera la aceptación, el cariño, el que “hace para recibir”. 


Por supuesto, a la persona que está en esta creencia, probablemente le resulte dificil creer que la observación sin esfuerzo sea el camino, por lo que intentará hacer algún esfuerzo para cambiar esa situación, para sentirse abundante o merecedor... etc. Observar todo eso, sin esfuerzo ninguno, simplemente permitiéndonos el movmiento mental, va quitando la energía que mueve hacia fuera. Solo observar, desde la posición neutral del SER.

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